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Aprendizajes

Lo que me hubiera gustado saber 🚢

Lo que me hubiera gustado saber 🚢
Alan Arguello
Co-Founder
Reflexiones sobre incertidumbre, equipos y el peso de la responsabilidad al emprender.
Lo que me hubiera gustado saber 🚢

Hace casi exactamente 5 años, al igual que muchos caí por accidente en el mundo de las startups. Alguna vez leí que 1 año en Investment Banking era como un año perro - o sea de la creencia popular que son 7 años en vida humana - no sé, pero el mundo del emprendimiento se puede sentir igual.

Anteriormente, ya he compartido aprendizajes, estos post son los que hasta ahora parecen haber sido de más valor por los comentarios que recibí, así que, condensaré con los aprendizajes que me quedaría de este tiempo.

Son cosas que hasta el día de hoy tengo presentes. Quizás también te sirvan a ti.

Solo inténtalo.

En 2021 tenía la inquietud de emprender en tecnología; había estado rodeado de tantas personas en este mundo que me causaba muchísima curiosidad.

Estudié bastante y tomé un taller de emprendimiento, pero todo se quedaba en la fase de pensamiento, sin pasar a la acción.

Me detenía el preguntarme si realmente tenía la capacidad y, en general, la enorme incertidumbre que implica hacerlo por primera vez, porque no existe una receta clara de “paso uno, paso dos, paso tres”.

Shirya Nevatia, a quien conocí en 2021 y con quien tuve un par de llamadas de mentoría, me dijo en alguna ocasión algo tan sencillo que, para ella, probablemente no significó mucho, pero para mí fue un desbloqueo:

“¿Por qué no solo lo intentas? Estás en tus veintes, sabes programar y ya trabajas como Software Engineer. Si lo intentas y fallas, puedes simplemente volver a trabajar como Software Engineer”.

Eso sí, aclaro que también ayudó el hecho de que había estado ahorrando durante dos años la mitad de mi salario, lo que me permitió tener dinero para vivir al menos diez meses sin ningún ingreso extra.

Trabajar con personas que respetes.

En las cuestiones random de la vida, en 2021, en una boda me encontré con Dylan Field, cofundador de Figma, para ese momento ya con una valuación superior a $10 mil millones de dólares.

No tenía experiencia emprendiendo, y sin duda hoy hubiera sido más provechosa esa conversación, pero en los aproximadamente 10 minutos que hablé con él al preguntarle sobre su aprendizaje más grande emprendiendo fue algo similar a:

“Trabaja con personas que respetes y que puedas aprender un montón de y junto a. El trabajo más importante de un fundador es hiring, así que esto aplica no solo para socios, sino para tu equipo.“

Algo similar he escuchado una y otra y otra vez de emprendedores y emprendedoras, la tarea fundamental que deben hacer los y las fundadoras es saber armar un equipo.

Como extra, me sorprendió lo accesible y chill que fue, en general he leído que es así también en su equipo, y es algo que respetan de él.

La bola de nieve solo se hace más grande.

A inicios de 2023, después de cerrar la startup que cofundé, una de las personas que más atenta estuvo pendiente de brindarme su apoyo fue Pamela Valdés, cofundadora de Beek, empresa en la que había trabajado durante 2022.

Parte de lo que me dijo en la última llamada que tuvimos, uno a uno, por esas fechas, fue algo similar a:

“No es ideal que hayas cerrado; pudiste haber seguido empujando tú solo. Pero es un buen momento para darte la oportunidad de reflexionar si quieres volver a emprender. Porque, paradójicamente, cuanto mejor le vaya a tu empresa, mayores serán las responsabilidades que adquieras, y eso es algo con lo que es difícil lidiar”.

Muy similar a otra frase que se me quedó grabada de Freddy Vega, en una sesión privada one-to-many de Latitud:

“Los problemas nunca acaban. La bolita de nieve solo se hace más grande”.

Emprender es, sin duda, un camino que te llena a nivel personal y te impulsa a avanzar muy rápido profesionalmente, pero tendrás que adaptarte a sentirte cómodo y cómoda con estar siempre incómoda.

Joder es una virtud.

El año pasado estuve casi un año trabajando muy de cerca con Andrés Bilbao, reconocido principalmente por su participación en Rappi.

Debo decir que pasamos por muchas situaciones estresantes. La personalidad tan empujante y directa de Andrés puede resultar muy pesada, pero si algo es cierto es que te impulsa a que las cosas sucedan.

No porque tenga la respuesta o porque se meta a operar en el día a día contigo, ambas cosas nunca sucedieron, sino porque te empuja a adoptar un “can do, will do mindset”.

Me causó gracia en su momento, pero que es cierto, es esta frase que nos dijo:

“Grábenselo en la cabeza: joder es una virtud. Es más, pongámoslo como un mandamiento en el entrenamiento del equipo interno. No les tiene que dar pena nada; jódanle a las empresas, a quien sea, jodan, jodan y jodan hasta que consigan el resultado.”

Esto va de la mano con que deberás estar con apertura para aprender y hacer de todo, las tareas aburridas y “no sexys“ son parte fundamental.

Perder la fe en tu empresa o equipo.

Hay razones válidas por las que considero que cerrar una empresa puede ser mejor que mantenerla viva. Una de las principales es cuando tú mismo le pierdes la fe.

Los mejores equipos son capaces de darle la vuelta a cualquier mercado y a cualquier reto que se les presente. Pero eso lo logran porque siguen creyendo que pueden hacerlo. Cuando esto deja de suceder, inevitablemente estás jugando en desventaja.

Por último, esto aplica más específicamente para empresas que levantaron capital: muchos(as) emprendedores(as) siguen iterando ideas, no tanto porque crean en ellas, sino porque no quieren defraudar a quienes confiaron en ellos, principalmente inversores.

La realidad es que, en el momento en que te estancas en tu crecimiento durante un período prolongado, lo más probable es que tus inversionistas ya te consideren un “write-off”, es decir, una pérdida.

Y, como bien me lo dijo uno de nuestros inversionistas cuando intentamos liquidar intangibles para devolverles más dinero al cerrar:

“Gracias, es un buen gesto. Pero no vale la pena que se desgasten en esto. La realidad es que, si nos regresan tantos mil dólares o el monto inicial completo, para nosotros igual representa una pérdida”.

Si quieres libertad financiera, evita capital de riesgo (VCs).

Me encanta el mundo de las startups y del capital de riesgo, de hecho parte de lo que me encantará ver en Latinoamérica es el surgimiento real de conceptos como un Hacker Houses y programas como la Thiel Fellowship exclusivo para nuestra región.

Sin embargo, considero que, para más del 90% de los y las emprendedoras que ya levantaron capital, este camino implicará un gran crecimiento personal y profesional, así como mayor reconocimiento público, aunque no necesariamente un éxito financiero rotundo.

Algo que he notado de primera mano, tanto en Alexander—quien está más consciente de esto—como en muchas de las empresas del programa (que en su mayoría no lo están), es la libertad que brinda el hecho de tener un negocio rentable.

Poder retirar dinero de la caja cuando quieras sin dar explicaciones o vender la empresa por “tan solo” 1 millón de dólares—una suma que en Latinoamérica puede cambiarte la vida—es algo mucho más factible cuando no levantas capital de riesgo.

Este año aprendí precisamente eso, y me sigue sorprendiendo lo poco conscientes que están muchos de los founders del programa, que ya facturan más de 500 mil dólares, de que pueden pagarse un buen salario gracias a lo que han construido. No perciben claramente el trade-off que supone inyectar capital de VCs en ese mismo negocio.

La acción produce información.

Esto es algo que tengo muy presente y que me repito con frecuencia. A menudo, rondan en mi cabeza preguntas como:

  • ¿Qué nueva estrategia podría intentar para atraer leads calificados?
  • ¿Por qué esto no está funcionando?
  • ¿Valdría la pena invertir mi tiempo en probar esta idea?
  • ¿Debería contratar a esta persona o no?
  • ¿Vale la pena que invierta tiempo escribiendo un newsletter?

Y muchas otras similares, todas abiertas, sin una respuesta clara. En esos momentos me siento genuinamente perdido, sin una guía definida.

Sin embargo, hay un video de Lex Fridman con Brian Armstrong (fundador de Coinbase) que logró expresar en palabras una lección que necesito recordarme constantemente:

“Aun si no estás seguro de qué deberías hacer, simplemente haz algo. Porque, al hacerlo, generarás información.

Hubo muchas ocasiones en las que, en lugar de debatir eternamente, simplemente lanzaba algo. Un par de veces, en cuanto lo lanzamos, supe de inmediato que no era la decisión correcta, pero esa acción produjo nueva información que me guió hacia lo siguiente que debía hacer”.

Coinbase CEO Brian Armstrong: Action produces information

Eso sí, siempre trata de pensarlo y ejecutarlo con esta pregunta en mente:

“¿Cuál es la manera más rápida y barata de comprobar si esto puede valer la pena?”

Si quieres construir un puente para conectar dos lugares, primero pon una tabla, luego construye el puente.

Puedes escuchar más sobre esto a partir del minuto once en este podcast de The Frye Show:

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